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Actualizado el Domingo, 08 de octubre del 2017

La difícil tarea de sustituir a Roger y Lerma

Tras un inicio fulgurante del Levante en su retorno a Primera División con nueve puntos en cinco jornadas y sin conocer la derrota ante rivales superiores como Real Madrid, Valencia, Villarreal o Real Sociedad, el conjunto de Juan Ramón López Muñiz ha acumulado dos derrotas consecutivas en las últimos partidos con muy mala imagen, saliendo goleado del Villamarín ante el Betis 4-0 y perdiendo 0-2 en Orriols ante el colista Alavés, que hasta el pasado sábado no había conseguido ni un solo punto en la Liga.

Lo peor no fue la derrota, sino las sensaciones, que han dejado un entorno de preocupación tanto en el cuerpo técnico, como en el club y en una afición que salió desencantada ante la impotencia de su equipo y la falta de ideas especialmente en fase creativa y ofensiva. 

Buscando explicaciones a esta impotencia, la primera tiene que ver con la falta de gol de los delanteros. Los tres jugadores, Alegría, Boateng y Nano, que actúan de 9 en el once granota todavía no se han estrenado. Todos los goles han llegado de segunda línea con Bardhi, con Morales y con Ivi; o incluso de defensas como Chema.

La sombra de Roger cada vez es más alargada. Hay que recordar que el pistolero granota se lesionó de gravedad en la pretemporada y venía  el año pasado de anotar 22 goles, hasta el punto que no acabó pichichi de la División de Plata por una inoportuna lesión a última hora.

Sus sustitutos en el once tipo de Muñiz están muy lejos de hacerle olvidar. Alegría es el que más oportunidades ha tenido pero le ha faltado acierto a la hora de definir y también algo de agresividad en los metros finales, y más teniendo en cuenta su imponente presencia física. Boateng, por su parte, anda desubicado, perdido y eso se nota en los entrenamientos y en los minutos que ha jugado. La barrera del idioma y la dificultad para entenderse con sus compañeros sigue siendo de momento un muro infranqueable para pensar en rendimiento inmediato. En el caso de Nano llegó a última hora del mercado y con un déficit físico y táctico considerable con respecto al grupo. Todavía no está al 100% pero en sus apariciones al menos ha dejado chispazos y movilidad para ser optimista de cara al futuro inmediato, si bien no es un nueve puro.

Pero los últimos fiascos no solo han tenido que ver con la falta de puntería. La baja de su mejor jugador en el inicio de temporada, el colombiano Lerma, ha quebrado la columna vertebral del equipo. Se nota en exceso porque el colombiano aportaba liderazgo, agresividad en la recuperación y criterio a la hora de iniciar las jugadas. Además su compañero habitual de viaje, Campaña, no anda excesivamente fino en este inicio de temporada. El resultado es que al equipo le cuesta horrores iniciar las jugadas con criterio ya que el sustituto provisional, Róber Pier, es un central reconvertido. De hecho, Muñiz se vio obligado ante el Alavés a bajar al macedonio Bardhi a zona creativa para intentar dar criterio a la salida y la circulación del balón. 

Pero no todo son malas noticias en Orriols, porque mirando la clasificación el equipo está situado en media tabla y, sobre todo, porque Lerma está en la última fase de su recuperación y su incorporación al once está próxima. Y con Lerma el Levante es otro equipo. Además, hay estabilidad porque el cuerpo técnico tiene mucho crédito ganado y hay confianza absoluta en revertir la situación. 

Mariano Chumillas