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Actualizado el Viernes, 20 de octubre del 2017

Mendilibar pide el divorcio al 4-4-2 y flirtea con un nuevo sistema

Situación complicada la que está viviendo el Eibar en las primeras jornadas de la competición. Acostumbrados a ver un equipo rocoso, compacto, de esos a los que marcarle un gol no es tarea fácil y que por el contrario aprovechan muy bien sus oportunidades cuando las tienen, en este inicio liguero los de Mendilibar han recibido 17 goles en 8 jornadas. Si bien comenzaron con un 0-1 en Málaga que hacía presagiar otro buen arranque de temporada, los 3 goles recibidos contra Sevilla y Villarreal, los 4 contra el Celta y los 6 contra el Barcelona (tal vez estos los menos alarmantes) provocaron una creciente preocupación en el entorno armero.

Otro tema aparte es del aspecto ofensivo del equipo, con tan solo 3 goles marcados en las 8 jornadas correspondientes (Charles, Sergi Enrich y Gálvez). La pérdida de su gran estrella del año pasado, un Pedro León que aún no ha podido debutar por una lesión en su rodilla izquierda que se alarga con unas molestias que no terminan de desaparecer, sumado a la falta de gol que de momento están teniendo los puntas, especialmente su máximo goleador del curso anterior Sergi Enrich, y al mal momento del equipo en general hacen que los aficionados solo hayan podido ver un gol en Ipurua.

Con estos números, Mendilibar decidió que había llegado el momento de mover ficha, sorprendiendo en la última jornada contra el Deportivo con la alineación de 3 centrales, Paulo Oliveira, Ramis y Arbilla, y dos carrileros: Juncá y Capa, lo que conllevó al menos dejar la portería a cero tras haber recibido 13 goles en los 3 partidos anteriores. Con esta formación, el Eibar consiguió hacerse dueño del balón durante un buen tramo del partido, pero sin claridad ni profundidad en su juego y con escasas ocasiones.

Queda claro que el amor que Mendilibar tenía al 4-4-2 está desapareciendo y el téncico busca nuevas fórmulas que doten al equipo de una mayor solidez defensiva. La pregunta ahora es: ¿mantendrá este nuevo sistema el míster vizcaíno en los próximos partidos, o solo fue un recurso puntual en una situación complicada?

Al Eibar le toca apretar, especialmente en defensa. para posteriormente buscar una mejoría en ataque. Veremos si la solución de los tres centrales se extiende a lo largo del campeonato como la nueva forma habitual de juego armero o solo ha sido un experimento con fecha de caducidad. La posible incorporación al equipo de Pedro León en noviembre podría también replantear el rumbo del equipo alrededor de esta formación, ya que con él en el campo parece menos probable utilizar un carrilero como Capa en defensa de cinco, pero nada es descartable.

La próxima jornada, el conjunto eibarrés viaja a la capital para enfrentarse en el Bernabéu a un Madrid con muchas dudas en su estadio en esta campaña. El compromiso es complicado y parece que al menos un partido más Mendilibar podría mantener el mismo dibujo, con la entrada de Gálvez o Lombán en sustitución del lesionado Ramis (baja hasta enero por un golpe con Andone tras reaparecer en la última jornada después de un mes en el dique seco) y tal vez el ingreso de Jose Ángel en el carril izquierdo, aunque Juncá parte como favorito en esta posición. Jose Ángel, muy incisivo contra el Depor tras incorporarse al partido en la segunda parte desde el banquillo, podría ser un cambio revulsivo en el segundo tiempo. Desde luego, el Bernabéu no parece a priori el mejor campo para volver a la senda de la victoria... ¿O tal vez sí?