Autor

Actualizado el Miércoles, 06 de diciembre del 2017

Jorge Molina, como el buen vino

Jorge Molina parece haber tomado el elixir de la eterna juventud. Para sorpresa de muchos, el delantero alicantino está atravesando uno de los mejores momentos de su carrera en Getafe, y a sus 35 años se ha convertido en la referencia ofensiva del equipo azulón.

Suele decirse que los futbolistas alcanzan su madurez profesional a los 28 o 29 años, pero obviamente “del dicho al hecho hay un trecho”, y en el caso de Jorge Molina su plenitud parece estirarse como un chicle año tras año sin que el transcurrir de los años mermen sus facultades.

Tras su etapa en el Real Betis Balompié, parecía que su etapa en primera división había terminado, pero al desembarcar en Getafe su intención era también la de reconciliarse con la máxima categoría si lograban el ascenso. Quería demostrar que todavía tenía sitio en la élite del fútbol español.

Y así fue, su rendimiento durante la pasada campaña fue espectacular, y sus números sirvieron para devolver al “Geta” al lugar donde estaba sólo 12 meses antes. En el presente curso y a pesar del mercado estival, su rol no ha variado ni un ápice y gran parte de culpa de la cómoda situación azulona actual, la tiene el gran momento de forma que atraviesa el alcoyano.

José Bordalás no dispone de otro delantero de características similares en la plantilla, y quizá este es el principal motivo por el que el alicantino casi nunca abandona el césped: tan solo ha sido sustituido en 4 ocasiones. El conjunto azulón no se entiende sin su presencia y el técnico le considera fundamental en su dibujo.

El de Alcoy cuajó una destacada actuación el pasado domingo en la victoria frente al Valencia. Los azulones, sabedores de que el rival dominaría la posesión del esférico, plantearon una presión alta, jugando al límite del reglamente con un juego ofensivo muy directo y transiciones rápidas.

Jorge protagonizó casi todas las jugadas de ataque y fue la referencia para enlazar con el siempre escurridizo Ángel Rodríguez. Sacó algo positivo de cada pelota que recibió y peinó infinidad de balones largos para que el delantero canario corriera a la espalda de los centrales. Incluso asistió al tinerfeño en el minuto 51 para anotar el primer gol del encuentro, pero este no supo resolver ante Neto. 

El despliegue físico del alicantino fue tremendo, tanto ofensivamente como defensivamente, y sobre todo después de la expulsión de Mauro Arambarri en el minuto 25. Contagiado por una afición entregada y un resultado favorable, se vació en el esfuerzo y peleó cada balón como su fuera el último hasta el pitido final. 

EL DATO: 1230 minutos, 4 goles, 2 asistencias, 15 tiros a puerta, 35 tiros (42.85% de acierto en sus disparos), 1.85 picas AS de media por encuentro y 1.71 estrellas Marca de media son sus números en esta campaña.

El de Alcoy es un delantero de gran zancada, aunque la velocidad punta no es su mejor cualidad. No es un virtuoso técnicamente y a pesar de sus 35 primaveras, tiene un físico envidiable. Cada encuentro se vacía ofreciendo desmarques, apoyos constantes y ayudas en defensa. También es frecuente verle realizar carreras de 30 o 40 metros en los tramos finales de los encuentros para forzar faltas, saques de banda o saques de esquina que oxigenen al equipo. Es un futbolista con dilatada experiencia en varias categorías y bregado en mil y una batallas, acertado en la toma de decisiones y consciente de sus limitaciones, sabe sacar lo mejor de cada acción en beneficio del equipo.

Jorge no destaca por sus porcentajes anotadores, pero tiene movilidad y aporta mucho en la construcción. Aguanta la pelota de espaldas a portería a las mil maravillas, es muy participativo en el juego y, aunque pueda parecerlo por su envergadura, no es un “9 estático”. Suele caer a ambas bandas para generar superioridad y abrir huecos en las defensas rivales, el juego aéreo es una de sus especialidades y es un adiestrado lanzador de penaltis. Se desenvuelve bien en los contraataques y domina los movimientos sin balón, lo que también genera espacios a sus compañeros. No es un futbolista que se prodigue con numerosos desmarques de ruptura y a lo largo de su carrera ha anotado varios tantos al primer toque como delantero oportunista que es. En el área se siente muy cómodo y solamente necesita un palmo de terreno para darse la vuelta y chutar a portería.

La afición está encantada con Jorge y sólo espera que les siga dando las mismas alegrías lo que resta de temporada. Con su gran rendimiento en estas 14 primeras jornadas ha puesto el listón muy alto, y si el conjunto azulón logra la ansiada permanencia, será principalmente porque el de Alcoy ha mantenido estas estadísticas durante todo el curso.

Alfonso Rodríguez