Autor

Actualizado el Viernes, 13 de abril del 2018

Halilovic, un timonel sin timón

No ha encontrado la Unión Deportiva Las Palmas un director de orquesta adecuado, tras la salida de Viera, que sea capaz de llevar el timón de un barco que navega a la deriva. Su sucesor natural por jerarquía, Tana, ha seguido jugando a lo suyo, con la cabeza en otro lado y sin ofrecer el rendimiento deseado. Un jugador mentalmente débil que no ha sabido coger las riendas de la responsabilidad requerida, que se ha hecho a un lado, manteniéndose al margen de la delicada situación que se encuentra el equipo y diluyéndose con el paso de las jornadas en el ostracismo. Tampoco se le esperaba.

Con este panorama, a estas alturas de la película y por falta de opciones, Jémez le ha dado galones a Halilovic, que ha sido el jugador más destacado en ataque de los amarillos en este último tramo de la temporada. Sin embargo, que un jugador como Alen sea lo más reseñable del equipo en la faceta ofensiva, no solo nos da muchas pistas sobre el triste bagaje de resultados que arrastra el equipo, sino que también nos puede ayudar a comprender por qué no se juega de forma fluida, habiendo perdido por completo la identidad y la capacidad de competir en Primera división. Pasemos a destacar los aspectos que le convierten en un jugador poco recomendable en los juegos fantasy.

IRREGULAR
Halilovic es un jugador de indudable calidad, de hecho, algo tuvo que ver el Barcelona en él para incorporarlo a su filial cuando sólo tenía 17 años, procedente del Dinamo de Zagreb. Sin embargo, es un jugador incapaz de mantener actuaciones destacables de manera regular, lo cual es fundamental en las plazas para las que ha tenido que torear.

En el Sporting de Gijón dejó de tener un papel importante para Abelardo cuando el equipo se jugaba la permanencia en primera y el equipo descendió. Su juego fue de más a menos y de menos a nada con el paso del tiempo. En Las Palmas se ha encontrado con un protagonismo que no debería tener y el resultado final será el mismo, el descenso.

Podríamos definir su juego, en esta etapa, como estéril e infructuoso. Cabe destacar el gol que le hizo al Malaga en la jornada 22, para sumar los tres puntos, y el gol que marcó en Riazor en la jornada 30, para empatar 1-1 contra el Deportivo, poco más. En el resto de partidos sólo dejó algún que otro detalle, algunos pases buenos y disparos fallidos a media distancia. En la mayoría de las ocasiones su actuación ha sido pobre, con aportaciones escasas y poco determinantes.

INDIVIDUALISTA
Es un jugador romo que habitualmente toma malas decisiones y suele pecar de individualista. Uno de esos jugadores que prefieren trabajar solo que en equipo. Es desesperadamente egocéntrico, lo cual le hace disparar cuando tiene buenas opciones de pase o preferir dar un pase imposible cuando tiene buen ángulo de tiro.

Tiene muy buen control de balón, pero no es uno de esos jugadores capaces de cambiar el rumbo del partido, aunque parezca lo contrario cuando recibe el balón. Es sólo estética, un proyecto de mago en horas bajas, un futbolista que parece haberse estancado en las medianías de lo que pudo ser y nunca será.

No es cosa del azar que el Barcelona decidiera venderle al Hamburgo, ni que el Hamburgo aceptara poco después una propuesta de cesión de Las Palmas de año y medio por él, puesto que el tiempo ha demostrado que es un jugador que todavía está muy verde para competir en una liga tan exigente como la española, y más aún, si su estilo de juego es el que tiene que salvar a un equipo del naufragio.

FALTA DE LIDERAZGO
A todo lo que hemos comentado anteriormente, habría que añadir también su falta de liderazgo. Podríamos excusarle debido a su juventud, pero preocupa más su falta de personalidad y carácter dentro del terreno de juego que su capacidad para convertirse en capitán general, lo cual es bastante complicado debido a su timidez.

Ofrece un mayor rendimiento cuando se encuentra en un segundo plano, en segunda fila, pero ese rendimiento disminuye exponencialmente cuando se le atribuye un rol de mayor responsabilidad, y para muestra un botón.

A Halilovic le falta carisma y atrevimiento, no da la sensación de seguridad y le falta confianza. La derrota contra el Levante ha sido un claro ejemplo de ello y deja al equipo con pie y medio en segunda división, algo que se vaticinaba ya hace mucho tiempo viendo la dinámica de resultados, pero más aún, si cabe, cuando el timonel del equipo navega sin timón.

EL MÁS DESTACADO
A pesar de todo ello, a pesar de su irregularidad, de su individualismo y de su falta de liderazgo, Alen Halilovic y sus jugadas en forma de chispazos se han convertido en lo poco decentemente potable que puede ofrecer el juego de la UD Las Palmas en estos momentos. Un hecho que demuestra que la UD está cerca de tocar fondo, en las horas más bajas de los últimos años y con pie y medio en segunda división.