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Actualizado el Martes, 22 de agosto del 2017

Kevin Rodrigues, la solución para hacer olvidar a Yuri

El pasado sábado en la rueda de prensa post-partido y después de haber remontado al Celta en Balaidos el entrenador txuri urdin destacaba la labor de sus pupilos y, de entre ellos, hacia más hincapié en el trabajo realizado por un jugador desconocido para el gran público, pero que se ha ganado la confianza del míster en esta pretemporada y que pinta a ser una de las gratas sorpresas de esta temporada que comienza.

Hablamos de Kevin Rodrigues, nacido en Bayona (Francia), en 1994 y que ha sido internacional en categorías inferiores por Francia y por Portugal (este verano disputó el europeo sub-21 con dicha selección). Lateral izquierdo de posición habitual, sus comienzos como extremo le impulsan a llegar constantemente a posiciones ofensivas, teniendo también un gran disparo finalizador.

Empezó su carrera en la cantera del Toulouse, llegando a debutar en la temporada 2012-13 con el primer equipo en un partido contra el Ajaccio. Sin embargo, las cosas no le fueron todo lo bien que hubiera querido y tuvo que buscar su oportunidad en la Ligue 2 de la mano del Dijon, club del que llegó en la temporada 2015-16 al filial de la Real Sociedad, para hacerse desde entonces con el lateral izquierdo del equipo de Zubieta.

Durante la temporada pasada fue convocado en bastantes ocasiones con el primer equipo, pero solo llego a disputar 2 partidos, uno de titular en el Bernabeu, el cual fue su debut con el primer equipo donostiarra. Con el filial disputo 26 encuentros y marcó 1 gol.

Esta temporada, con la marcha de Yuri al PSG y la cesión al Alavés de Héctor Hernández, se le abrían las puertas de la titularidad de par en par, pero la llegada de De la Bella y algunas dudas por parte del míster, hicieron que incluso se hablara de su marcha buscando minutos. Pero el trabajo y la constancia han hecho que se gane un hueco en el equipo titular de la Real, por lo menos de momento.

El debut de esta temporada, no era del todo goloso: partido fuera de casa, contra un rival que tiene que luchar por puestos europeos, como es el Celta, emparejamiento contra el mejor jugador del equipo rival (Iago Aspas), y la poca experiencia acumulada en primera. No hacían presagiar nada bueno. Y durante los primeros minutos así fue, no se sabe si por buscarle a él o porque su pareja de baile era el citado Iago Aspas, el Celta percutía una y otra vez por ese costado y el de Moaña le buscaba constantemente hacia el centro haciéndolo sufrir. Incluso en el primer gol Wass le gano por arriba un balón fruto de la inexperiencia.

Pero a raíz de ese momento y del empate de su compañero Oyarzabal, se soltó los nervios y empezó a ofrecer lo que de él se espera. Subidas al ataque abriendo la banda todo lo posible y sacando centros, que aunque no fueron del todo precisos, nos dejan ver su potencial ofensivo. Además a partir de ese momento logró cerrar los ataques celtiñas por su lado no llegando a generar el equipo vigués más ocasiones por dicho sector del campo.

De todo esto se puede sacar la conclusión, que esta temporada esta ante su gran oportunidad de afianzarse en primera división, la presencia del equipo en competiciones europeas hará que existan las rotaciones con De la Bella, pero sin que eso suponga la perdida de los minutos necesarios para su consolidación en el lateral izquierdo del equipo txuri urdin. Además sus características de velocidad, llegada y buen golpeo del balón, unidas al potencial rematador del equipo (William José, Aguirretxe, Juanmi) y a la capacidad asociativa de jugadores como Vela y Oyarzabal pueden hacer de la banda izquierda del equipo donostiarra una de las más temibles de esta Liga, y que lo que parecía que era un desastre (la venta de Yuri por “solo” 16 millones de euros), suponga un buen negocio.