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Actualizado el Viernes, 20 de octubre del 2017

Una nueva piedra en el camino de Williams

A día de hoy Iñaki Williams se ha convertido en un emblema del Athletic y en un futbolista vital dentro del equipo. Fue así con Ernesto Valverde casi desde que aterrizó en la primera plantilla, y lo sigue siendo en la actualidad con el Cuco Ziganda.

Su juventud y la enorme progresión que demuestra partido tras partido, unido a la calidad de la que dispone, la velocidad y el uno contra uno imparable que tiene, lo convierten en uno de los mejores atacantes de la liga, y en una pieza codiciada por los grandes equipos de Europa en la actualidad. Entre sus defectos sólo se le achacaría la falta de gol y de acierto ante la portería contraria. La temporada pasada sólo anotó 8 goles en 49 partidos, cifra que para un delantero lo convierte en un bagaje pobre.

Esta temporada parecía ser la de su consagración como futbolista top. La que le podria convertir en ese jugador de clase mundial que incluso podría llevarle a centrar las miradas de Lopetequi, pero el transcurso de los dos primeros meses de competición no han ido como se esperaba y los últimos partidos de liga ante Valencia y Sevilla han podido generar una situación algo confusa en cuanto al papel de Iñaki Williams dentro del equipo.

¿Pérdida de confianza en él?, ¿rotación?,...
Sustituido en el minuto 60 ante el Valencia y partiendo desde el banquillo ante el Sevilla y Ostersunds. Los diez días más negros de la temporada para Williams en los que se ha podido generar un cierto run run en cuanto a su figura.

En Mestalla el Athletic perdía 2 - 1 cuando Williams fue sustituido en el minuto 60 por Raúl García. El cambio genera dudas en cuanto a que, ante un equipo de tal magnitud, y perdiendo por la mínima con 30 minutos por delante para tratar de revertir la situación, retires a uno de tus hombres de ataque, de los más importantes, pero es del todo comprensible si miramos que tres días antes ante el Zorya venía de jugar el partido completo y otros cuatro antes, ante el Málaga, venía de hacer lo mismo. Tratándose del tipo de delantero de carrera y desgaste físico que es podría verse como una situación lógica... de momento.

Resulta más extraña su suplencia ante el Sevilla en la siguiente jornada. Enfrentándose a un rival de "su" liga y de gran nivel, con el que competirá por puestos europeos, sorprende su no titularidad. Viniendo de un parón de selecciones de 14 días y no siendo convocado, y viendo que para el próximo encuentro frente al Östersunds distan 5 días de separación si puede hacer más que pensar. También es cierto que sus cuatro compañeros de ataque (Aduriz, Raúl García, Córdoba y Susaeta) hicieron un gran partido en Mestalla y a punto estuvieron de sacar algo positivo después de ir perdiendo 2 a 0, y quizá Ziganda quiso premiar ese buen rendimiento y guardar a Iñaki para la segunda parte donde el cansancio del rival podría jugar a favor de su físico y frescura. Acabó entrando a falta de 20 minutos para el final del partido.

Pero la situación oscureció todavía más a los 5 días cuando vuelve a quedarse de inicio en el banquillo frente al Östersunds en un partido de vital importancia para el Athletic para volver a meterse en la disputa en el grupo, después de haber sumado sólo un punto en los dos anteriores partidos. Ziganda vuelve a confiar en el ataque que tan bien lo hizo en Mestalla y que venció al Sevilla en la siguiente jornada. Williams entra al partido en el minuto 66 sustituyendo a Córdoba con 2 a 1 en el marcador y acaba logrando el tanto del empate en el minuto 89.

Esta dinámica hace indicar que en la actualidad Ziganda ha estado apostando por un ataque sin Williams que ha dado relativamente sus frutos en ataque y en el que lo hecho anteriormente no te da el privilegio de jugar. En esta situación Iñaki tendrá que volver a tirar de calidad, de esfuerzo y buenas actuaciones para volver a ganarse el puesto. Su gol salvador en Suecia jugará a su favor y el cansancio de sus compañeros en Europa, posiblemente también.