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Actualizado el Jueves, 11 de enero del 2018

Informe Zidane. Los puntos clave de una crisis encubierta

Nadie, ni los más optimistas/pesimistas tanto madridistas como no, después de borrar del mapa a su máximo rival (doble exhibición incluida) en verano podrían imaginar que a estas alturas de la temporada, en el mismísimo ecuador de la misma, el Real Madrid, vigente campeón de Liga, actual campeón de Europa y recientemente Campeón del Mundo estuviese totalmente descartado para revalidar el título liguero en diciembre. Y mucho menos que se jugase prácticamente toda la temporada en febrero en los Octavos de final de la Champions League ante el PSG. En cuanto a la Copa del Rey, sigue adelante (ahora en Cuartos de final) con más pena que gloria , generando muchas dudas y ante rivales de muchísima menor categoría.

¿Qué es lo que le ha pasado a estos jugadores siendo los mismos que deslumbraron en la Supercopa de España? ¿Y a Zidane, el hombre tranquilo y que sabía manejar a la perfección esta situación tal y como demostró cuando llegó al banquillo madridista? Lógicamente es totalmente descabellado prescindir de un entrenador a mitad de temporada que ha sido el máximo artífice de brindarte el mejor año de tu historia deportiva. Y quizá es también muy precipitado cambiar gran parte de la plantilla ahora en este breve mercado invernal. Pero es evidente que algo hay que hacer. Lo que sea. Y desgraciadamente todo parece indicar que continuará igual hasta final de curso, aunque es muy probable que la doble cita ante el equipo francés se antoje crucial y definitiva.

Analizando exhaustivamente y observando la delicada situación encontramos numerosos motivos a la debacle blanca, opinable y respetable desde todos los ámbitos, desde un punto de vista madridista, estas son las posibles causas:

Equipo: Estado físico de la plantilla
Resulta alarmante el terrible estado físico en el que se encuentra la actual plantilla blanca. Y menciono lo de plantilla porque es en general. Ni el equipo A ni el equipo B ni nada de nada. Si la temporada pasada en muchas ocasiones la denominada unidad B salvaba con creces los partidos e incluso muchas veces sin apuro alguno gracias al buen hacer de los más jóvenes e incluso en más de una ocasión poniendo en duda a Zidane a la hora de decidir su once titular; en la presente campaña sucede todo lo contrario. Y es debido quizá al mal estado deportivo general en el que se encuentra sumergido el equipo merengue.

Falta confianza, seguridad, y el desparpajo que solamente te otorgan los buenos resultados. La temporada pasada fueron muchos los partidos en los que se consiguió ganar a base de casta, garra, lucha y entrega. En la actual temporada no se atisba por ningún lado esa reacción capaz de remontar el partido aunque fuese de manera épica como otrora ocurriese. Y eso se debe en gran parte a que en el inicio de las segundas partes el Real Madrid se desploma, como un castillo de arena que sucumbe ante las olas del mar. Ya bien sea por una mala planificación deportiva en pretemporada o bien por un problema mental de motivación, el caso es que éste equipo acaba con la lengua fuera la mayoría de partidos.

Equipo: Frágil defensa y pólvora mojada
Cada vez que el rival traspasa su medio campo y enfila la portería del Real Madrid es casi peligro de gol. La defensa de la pasada temporada se encontraba más segura, más confiada. Es por todos sabido que el estilo de juego del Real Madrid invita a una defensa generosa y tentadora para el equipo rival. Todos suben y nadie baja. Lo mismo pasa en dos cuartas partes del medio campo. Sergio Ramos aún no es ni por asomo el Sergio Ramos de la temporada pasada. Y qué decir de Varane. Quizá la falta de un jugador que compita seriamente por ese puesto le ha hecho relajarse en demasía.

Son muchos los partidos en los que Keylor ha salvado a su equipo y son muchos más los que no ha podido hacer nada por remediarlo. En la defensa existe un problema serio de concentración, de seguridad. Y está perjudicando notablemente al equipo.

Si en la parte de abajo existen problemas, arriba más y peor. Es increíble la sequía goleadora de este equipo. Pero es más aún preocupante que no se sabe el por qué y parece ser que desgraciadamente será así hasta final de temporada. Solamente hay que echar un vistazo a las estadísticas de la pasada temporada: 106 goles a favor y 41 goles en contra. En la actual cuando está a punto de cerrarse la primera vuelta el Real Madrid tiene en su haber 32 goles a favor y 16 en contra.

Pero donde realmente se demuestra la alarmante falta de gol es mirando la tabla de goleadores: no aparece ningún jugador de Real Madrid entre los 10 primeros… Y es más… ¡¡Inexplicablemente ni entre los 20 primeros!! Números inusuales. Si la temporada pasada entraba todo, hasta sin querer, en esta ocurre a la inversa.

Cristiano Ronaldo sigue siendo quien más remates efectúa en la portería contraria y solamente lleva 5 goles ligueros (a pesar de los 5 partidos de sanción que estuvo sin jugar y que quizá han mermado notablemente la mentalidad goleadora del portugués y en consecuencia la del equipo). No es normal que a estas alturas del campeonato el mejor jugador del mundo lleve tan solo 5 goles, sin embargo nada en la competición europea sigue siendo de nuevo el máximo artillero.

Tampoco es habitual que Bale, quien se ha tirado gran parte de lo que llevamos de temporada en el dique seco, sea el máximo goleador del equipo por encima de varios jugadores que lo han jugado prácticamente todo. Hay equipos de la liga española que sin desmerecerlos tienen más goles que el equipo blanco cuando normalmente hay solo dos equipos que están por encima de todos a años luz en cuanto a cifras goleadoras. En esta ocasión, el Real Madrid no es uno de ellos.

La aplaudida antaño BBC, ha caducado. Ya no existe. Ya no intimida al rival. Benzema ni está ni se le espera. Bale, ahora, que se ha tirado casi toda la temporada en el dique seco parece ser que es el que goza de mejor estado de forma. Y Cristiano como he mencionado anteriormente por su pésimo bagaje en liga, parece otro. Todos estos números catastróficos vienen a demostrar que existe un problema. Y ese problema quizá no sea tan solo de puntería.

Equipo: Mentalidad y actitud
Si ya de por si resulta más que complicado ganarlo prácticamente todo, más difícil aún es mantenerse ahí arriba y de nuevo luchar y ganar de nuevo. El Real Madrid quizá haya muerto prematuramente de éxito. Después de conseguir brillantemente la mejor temporada de su dilatada historia, pocos dudaban de que en la actual no volverían a repetir casi la misma historia.

Puedes ganar, perder, pero nunca bajar los brazos. Es inadmisible que en diciembre el Real Madrid haya arrojado la toalla por revalidar el título liguero. Y es totalmente irritante la falta de actitud y entrega en muchos partidos. Este Real Madrid está irreconocible. Se ha derrumbado por completo. Solo tienen 20 minutos buenos por partido en los que si el balón no entra… a sufrir.

Está sin confianza. Juega a ráfagas. No es capaz de mantener la presión ni la constancia. Está espeso, sin ideas claras. Cuando un aficionado madridista se sienta a ver a su equipo, espera que el partido sea mejor que el anterior, espera una reacción en cadena ante la difícil situación. Sin embargo, al finalizar dicho encuentro, resulta que ha sido peor y no se tiene la sensación de que esta circunstancia vaya a cambiar.

Se han relajado por completo al ganar los títulos de la pasada campaña, pensando en exceso que en la actual podría volver a repetirse sin más. La dinámica, los jugadores, el buen estado de salud que goza el vestuario invitaban al optimismo. Pero no. Los partidos se ganan corriendo, luchando, presionando. No solo con el nombre y con los títulos conseguidos se ganan los partidos. El rival sale al campo motivado al 100%. El Real Madrid no. Y cuando se encuentra enfrente un rival de talla similar, lo pasa francamente mal.

El Real Madrid corre el serio peligro de pasar de una temporada de ganarlo (casi) todo a otra en la que puede no ganar nada. Lo que parece una quimera, habrá que ir tomándolo más en serio ya que la clasificación para la temporada próxima en la Liga de Campeones peligra (a día de hoy).

Zidane: planificación
La plantilla, por mucho que este tema provoque debates, es ligeramente inferior a la de la temporada anterior. Y poco más hay que añadir. Eso lo sabemos todos. Lo principal es que Morata y James no están; pero lo grave es que no se han sustituido esas posiciones. Morata por gol y James por asistencias te otorgaban un plus extra en las segundas partes. Las remontadas de la liga pasada, en gran parte se deben a sus brillantes aportaciones.

Actualmente los 3 rivales que ahora mismo están por encima del Real Madrid en la clasificación liguera, se han reforzado en el mercado invernal. Y según parece, por palabras del entrenador, no va a acudir a ello para intentar mejorar en liga y revertir la situación.

Zidane alega aquello de que con estos mismos jugadores lo han ganado casi todo y el ambiente es fenomenal; pero cuando los jugadores se relajan y se acomodan, necesitan incentivos para no dormirse en forma de otros jugadores que además de sumar calidad aporten competencia por un puesto en el once inicial.

Zidane: rotaciones
Si la temporada pasada se echaba mano y mucho del equipo B, en ésta el míster francés apenas cuenta con ellos. Juegan casi siempre los mismos y cuando hace rotaciones no hace una, dos, tres ni cuatro; es que cambia casi medio equipo con lo cual se descompensa claramente el equilibrio principal.

En el transcurso del partido, Zidane suele hacer cambios a partir del minuto 70; en algunas ocasiones se demora aún más debido a lances del juego porque el balón está en movimiento y no se detiene. Y llegan entonces ya demasiado tarde, cuando el equipo está totalmente muerto y roto. Jugadores como Theo, Asensio, Lucas Vázquez y Ceballos deberían de jugar más y dar descanso a más de un titular. Son lo que antaño se denominaba JASP (jóvenes aunque sobradamente preparados).

Zidane: ruedas de prensa
Si alguien espera que el técnico francés saque su látigo (que estoy seguro que lo tiene aunque se desconozca a día de hoy su paradero) es que no conoce a Zidane. Él es de aparecer en rueda de prensa simpático, sonriente y evita a toda costa dar titulares.

No hablará mal de ninguno de sus jugadores en público; considera que debe de hacerse en privado. Se ha demostrado con otros entrenadores que la mano dura en el vestuario blanco fracasa más que triunfa. Zidane tiene su propio estilo y su particular manera de vivir el futbol.

El técnico francés es más de diálogo, de escuchar, de comprender (porque de jugador se ha visto envuelto en más de mil batallas y tiene experiencia en ello) pero también de ideas fijas. Él debe saber cómo reconducir esta delicada situación (ya lo hizo cuando vino).

Hay que seguir confiando en él plenamente, que sabemos que la memoria es débil y pronto se olvidan los logros y títulos conseguidos no hace tanto. El futbol desgraciadamente carece de memoria. Ahora solo queda esperar y confiar en este cuerpo técnico y estos jugadores que tanto han dado a la afición madridista y a pesar de todo y aunque la paciencia tiene un límite…

¡Hala Madrid!