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Actualizado el Jueves, 01 de noviembre del 2018

Rubi busca su pieza número 11

Pocos, muy pocos esperaban que el proyecto de Joan Francesc Ferrer “Rubi” en el Espanyol cuajara tan pronto. Después de dos campañas con más disgustos que alegrías con Quique Sánchez Flores, el técnico catalán tomó las riendas del conjunto perico para volver a ilusionar a una parroquia apesadumbrada. Dicho y hecho, tras diez fechas del campeonato liguero, los blanquiazules suman 18 puntos y están situado en las posiciones nobles de la tabla. Cuentan por victorias sus encuentros como local habiendo encajado solamente un gol en su feudo, y en lo que llevamos de curso únicamente sucumbieron en el Santiago Bernabéu y en Mendizorroza.

El Espanyol de “Rubi” es un equipo de autor, esculpido a imagen y semejanza del técnico. Su discurso es claro: presión intensa en tres cuartos de campo, fútbol atrevido y directo, el balón como protagonista, laterales ofensivos y un 4-3-3 con mucha relevancia para los volantes y para los hombres por fuera en ambos extremos. Especialmente reseñable es que los blanquiazules solamente hayan realizado una incorporación durante el pasado verano (Borja Iglesias). El nuevo cuerpo técnico ha reciclado la idea de juego y sin prácticamente variaciones en la plantilla, han apostado por un fútbol sin especulaciones, y una propuesta valiente y sin complejos.

El técnico perico ha encontrado rápidamente un bloque fijo de jugadores sobre los que armar su once. El buen hacer de los futbolistas y los buenos resultados han ayudado y “Rubi” le ha dado continuidad. Once hombres ya superan los 500 minutos de juego y pocas han sido las variantes tácticas introducidas de inicio. Analizando las alineaciones observamos diez piezas “casi inamovibles”, enfatizamos la palabra “casi” porque siempre puede haber cambios inesperados (como la entrada de Melendo en el once en Valladolid sentando a Granero). Diego López, Javi López, David López, Mario Hermoso, Dídac Vilá, Marc Roca, Esteban Granero, Sergi Darder, Sergio García y Borja Iglesias han acaparado casi todas las alineaciones en este inicio de campaña quedando únicamente una posición sin dueño fijo. Leo Baptistâo, Pablo Piatti y Hernán Perez se han ido alternando titularidades y se juegan un puesto para acompañar a Sergio García y Borja Iglesias en la línea de ataque. 

Leo Baptistâo
El habilidoso delantero brasileño es el que más titularidades acumula de los tres en discordia. En el 4-3-3 puede ocupar la punta de ataque o el extremo derecho donde se juega un puesto con Hernán Pérez y Pablo Piatti. Comenzó como un fijo, pero su bajo rendimiento en las últimas jornadas le ha relegado al banquillo (e incluso a no disputar ni un minuto en Zorrilla). El brasileño acumula 531 minutos, seis partidos de titular, un gol anotado, una asistencia, 18 tiros (nueve fueron a puerta), nueve saques de esquina forzados y diez faltas recibidas.

Sus guarismos no son nada desechables, pero su influencia en el juego ha caído en picado desde la victoria ante la Sociedad Deportiva Eibar. A partir de ese choque, Hernán Pérez le ha comido la tostada y ha perdido el sitio. Leo es un futbolista que le gusta recibir al pie más que en ruptura, suele venirse hacia posiciones interiores para asociarse si parte de una posición escorada y su fútbol es preciosista. Le gustan los espacios cortos y no es un jugador explosivo, también tiene el gol entre ceja y ceja. Por contra, no es de los jugadores que ofrezca presión constante al rival ni ayude demasiado en defensa. Sufre si no se siente importante en el vestuario y sus prestaciones en ataque disminuyen si no se ve con confianza. No está atravesando un buen momento y en Copa buscará reencontrarse en una posición más liberada de tareas defensivas: como delantero centro.

Hernán Pérez
El paraguayo es de esos hombres que le encantan trabajar los espacios, encara con mucha facilidad para aprovechar su velocidad y salir por fuera a su pierna buena. Se mueve bien sin balón y le gustan los balones al hueco, realiza numerosos desmarques de ruptura. Prefiere actuar por el flanco derecho, aunque perfectamente podría desenvolverse por la izquierda. Por su garra y carácter, ofrece unas prestaciones defensivas superiores a las de Baptistâo, al nivel de que incluso podría actuar de lateral derecho en un momento de emergencia.

Es el único de los tres que ha participado en todos los encuentros ligueros, aunque únicamente en cuatro de inicio. También acumula 351 minutos, un gol, una asistencia, siete tiros (cuatro a puerta), cuatro saques de esquina forzados y cuatro faltas recibidas. Con el centro de gravedad bajo, suele abrir el campo, dar otro ritmo al equipo y colgar balones precisos al área rival.

Fue titular en el Bernabéu y a partir de ahí su rendimiento y protagonismo han ido en aumento. En las últimas tres fechas se ha adueñado del extremo derecho, pero fue sustituido al descanso en Valladolid por lesión y será baja las próximas dos semanas. También como el brasileño, su rendimiento no suele ser constante y se muestra bastante irregular durante varios tramos en una misma temporada.

Pablo Piatti 
El argentino está siendo el más irregular de los tres en lo que llevamos de curso en cuanto a participación se refiere. Encadena buenas actuaciones como en la victoria en casa ante el Villarreal, con malas también como ante el Real Madrid en el Bernabéu. Atesora números similares a los de Hernán Pérez: 354 minutos disputados, tres partidos de inicio, un gol anotado, siete tiros (seis de ellos entre los tres palos), seis saques de esquina forzados y nueve faltas recibidas. A decir verdad, su perfil es parecido al del paraguayo, aunque el argentino puede jugar también por dentro y en ambos costados. Piatti es ambidiestro, aunque se encuentra más cómodo en el lado izquierdo. Eso le da algo más de polivalencia y ventaja de disponer de minutos, pero la competencia también es mayor. Con el sistema actual puede actuar en el extremo derecho y el extremo izquierdo, y tanto Sergio García por la izquierda como Baptistâo y Hernán por la derecha le ponen muy difícil disfrutar de minutos regularmente.

“Rubi” tiene un bloque sólido y consolidado, y muy pocas grietas en su esquema. Baptistâo, Hernán y Piatti se juegan la única pieza libre en el once blanquiazul para lo que resta de temporada y todo hace indicar que los tres se irán alternando titularidades según su momento de forma y rendimiento. Los tres muestran inestabilidad a lo largo de una misma temporada y ofrecen diferentes soluciones y carencias, por lo que el cuerpo técnico deberá aprovechar los picos de cada uno de ellos para exprimirles en el momento oportuno.

Alfonso Rodríguez