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Actualizado el Viernes, 07 de diciembre del 2018

Llorente vs Casemiro, una competencia inesperada

La posición de pivote defensivo en el Real Madrid ha sido siempre controvertida. Muchos futbolistas han ocupado esa posición en los últimos años y muy pocos han logrado lograr la aceptación mayoritaria del madridismo.

Por causas varias, hombre como Emerson, Esteban Cambiasso, Albert Celades, Pablo García, Mahamadou Diarra, Lass Diarra, Gago, Sami Khedira, Asier Illarramendi, o más recientemente centrocampistas ofensivos reconvertidos a hombres de contención como Toni Kroos, Mateo Kovacic o incluso Dani Ceballos, han ocupado esa posición con más pena que gloría. En la historia más reciente del club, únicamente Claude Makelele, Xabi Alonso y Carlos Henrique Casemiro han logrado el consenso suficiente y la aceptación general de una de las hinchadas más exigentes del planeta fútbol.

Pues bien, ante la lesión del último gran especialista blanco en las labores de contención el fatídico once de noviembre, se abrían nuevas variantes y candidatos a ocupar esa demarcación tan delicada. Casemiro sufría “un esguince en el tobillo derecho con afectación de sindesmosis” y las todas alarmas saltaban en Concha Espina. Santiago Hernán Solari necesitaba un plan b y, casualmente, pensaba en la misma solución que sus más recientes predecesores, reconvertir a un centrocampista creador para situarlo por delante de la defensa. Zidane ya lo hizo con Kroos y Kovacic, incluso Ancelotti utilizó al alemán en esa posición, y Lopetegui también situó ahí a Ceballos no hace mucho. El argentino repitió estrategia. El parche falló con estrépito en el ridículo de Ipurua y el técnico necesitaba un plan c para su medular. Aquí es cuando aparece nuestro protagonista: Marcos Llorente. 

El pasado 27 de noviembre, Solari aplicaba el plan c y situaba a Marcos en el once inicial en el olímpico de Roma. Para sorpresa de todos y después del descalabro en Ipurua, el más pequeño de la afamada y madridista familia Llorente pasaba de la grada al once titular en cuestión de días. Cuajó un excelente encuentro a pesar de la inactividad y falta de ritmo. No acusó la presión de un choque de máximo nivel y sobrevivió en un ambiente hostil como el feudo romanista.

Tan contento quedó el técnico argentino con su rendimiento que volvió a confiar en él en el siguiente compromiso liguero ante el Valencia con un excelente resultado. Finalmente, y tras varios “ensayo-error”, parece que Solari ha encontrado la solución hasta que Casemiro aparezca de nuevo en escena.

COMPARACIONES
El canterano es un pivote defensivo de los que llamamos “modernos”. Exquisito en la colocación, de buen trato de balón e inteligente tácticamente. Casemiro, sin embargo, es el clásico hombre situado por delante de la defensa, aguerrido, fuerte al choque y rozando el límite del reglamento. Fortísimo físicamente, se impone en la mayoría de duelos y es muy contundente en la zona ancha. En cambio, el madrileño está algo más aventajado técnicamente y le gusta jugar al primer toque para ganar en dinamismo y no ralentizar el juego. También sufre menos lesiones, es más inteligente en lo táctico y roba más balones.

El brasileño recibe más faltas, tiene más llegada y mejor disparo desde media distancia. También es algo más veloz que Marcos. El de Las Rozas necesita una colocación milimétrica para anticiparse así a los movimientos del rival y evitar situaciones de peligro. Recibe menos tarjetas y es más solvente y elegante en la circulación de la pelota.

El de São José dos Campos tiene más experiencia y este asunto es capital en una posición tan delicada como la de “cinco clásico argentino”. Lleva cuatro campañas rindiendo a gran nivel en esa zona del campo y ha gozado de la confianza de todos sus técnicos en la casa blanca hasta la fecha. Por el contrario, el joven jugador español tiene una madurez inusual para su edad y para la posición que ocupa, impone carácter y transmite seguridad a sus compañeros, aunque todavía no ha encontrado el técnico que apueste por él en el Real Madrid. El último gran producto de la familia Llorente es también muy estricto con sus hábitos fuera de la cancha. Meticuloso y disciplinado con sus hábitos alimenticios, también es habitual verle realizar entrenamientos complementarios para reforzar ciertos aspectos físicos. Es un futbolista que vive por y para el fútbol.

LA BRÚJULA
Marcos, casi inédito en la presente campaña hasta finales de noviembre (únicamente disputó doce minutos ante el Espanyol en liga y el partido completo de la ida de la Copa del Rey ante el Melilla), ha sabido encajar en el equipo inmediatamente y realizar su cometido de forma excepcional. En los dos últimos encuentros ante Roma y Valencia ha contribuido con recuperaciones, pases cortos y horizontales en la distribución cuando el equipo necesitaba oxígeno, y acelerando las transiciones con pases rápidos a los hombres de ataque cuando el ritmo era vertiginoso. La medular ha ganado en solidez marcando territorio en los balones divididos y aéreos, e incluso incorporándose al ataque siempre y cuando algún compañero le guardara las espaldas. También ha aportado luz en la distribución, así como un exquisito sentido táctico que evitó muchos problemas al equipo y que todo técnico agradece sobremanera.

En los últimos días y desde la aparición del canterano en Roma, han ido aumentado las comparaciones entre ambos futbolistas. Parece claro que el brasileño recuperará su sitio cuando vuelva de su lesión ya que los galones, el rendimiento, la experiencia y su bagaje en los últimos años le dan crédito suficiente, pero también es cierto que una de las principales claves del lavado de cara del Real Madrid desde la debacle en Eibar se debe a la irrupción del canterano.

Tiene ADN blanco, ha mamado madridismo desde bien pequeño y su sueño es triunfar en el club blanco. Sin embargo, la competencia que tiene enfrente es dura y no parece que Casemiro vaya a quedarse de brazos cruzados. Si el joven jugador español mantiene el nivel mostrado en estos últimos choques y Solari le sigue dando minutos con asiduidad, parece que puede ser una garantía de futuro en Concha Espina a largo plazo y también parece que el brasileño tendrá por fin un “rival incómodo” en la pelea por la disputa de minutos. Sin ningún lugar a dudas, la irrupción de Marcos Llorente en los últimos días es una magnífica noticia para todo el madridismo.

Alfonso Rodríguez