Lunes, 29 de julio del 2019 a las 00:06

Alemany podría marcharse por discrepancias con Peter Lim

A última hora de la tarde de este domingo saltaba la noticia en todos los medios de comunicación valencianos. Anil Murthy ha convocado una reunión para este lunes en Valencia para estudiar la posible marcha del director deportivo del club, Mateu Alemany, tras varios días de discrepancias con el propietario de la entidad, Peter Lim y su mano derecha, Kim Koh, en referencia la planificación deportiva para la próxima temporada. Todavía existen dudas si se trataría de un despido o una dimisión.

El principal motivo de estas discrepancias no es otro que la forma de encarar la compraventa de jugadores y el beneficio económico que estos pueden generar. Mientras Peter Lim tiene una visión empresarial basada en la compra de futbolistas a bajo coste para, en dos o tres años, traspasarlos por mayor cantidad, Mateu Alemany se muestra mucho más cauto en este aspecto e intenta mantener la base del equipo aunque esto signifique no ingresar grandes cantidades.

Ya en anteriores temporadas a la llegada de Alemany se ha podido comprobar que Peter Lim no ha dudado un segundo en desprenderse de jugadores que se habían revalorizado en el mercado. Casos como los de Otamendi, Mustafi, André Gomes o Paco Alcácer, entre otros han sido traspasados cuando ha llegado una oferta de 40 millones o superior. Todos ellos importantes durante su etapa en el Valencia.

Pero desde la llegada de Mateu Alemany al club valencianista, tan solo la venta de Cancelo ha significado una inyección de capital importante para la entidad y tampoco es que pudiera considerarse una pieza clave del equipo. Con el actual director deportivo, ningún crack ha salido del Valencia y en los dos últimos años se han rechazado ofertas importantes por Gayà, Parejo y Rodrigo.

Este verano, Peter Lim tenía intención de hacer caja con jugadores como los anteriormente citados, pero Alemany se ha opuesto a esta idea y mantiene su postura de parar de vender los cracks del equipo. El choque es más que evidente entre la gestión del modelo deportivo que defienden Alemany y Marcelino con la de Peter Lim, que vuelve a evidenciar el tic de querer controlar los movimientos deportivos junto a Jorge Mendes, su hombre de confianza, en el segundo año consecutivo en el que el Valencia jugará la Champions.