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Actualizado el Jueves, 16 de enero del 2020

La llegada de Guido y la recuperación de Carvalho incita a mover el dibujo

En la jornada 11 y tras varios partidos mostrando una imagen irregular, Rubi optó por cambiar el dibujo del equipo y volver al 5-4-1 con el que Setién había estado trabajando la temporada anterior a las órdenes del equipo verdiblanco. Con Bartra como central-mediocentro, respaldado por Feddal y Mandi, el Betis ganó en solidez defensiva y los resultados comenzaron a llegar, acumulando un total de 4 victorias, 3 empates y 2 derrotas en los últimos 9 encuentros de Liga, además de las dos victorias en Copa.

Pero la posición de Bartra no acababa de ser la de un central puro y estático. El ex del Barcelona tenía la misión de colocarse en el pivote defensivo cuando el equipo tenía el balón, iniciando las jugadas desde atrás, por lo que el sistema iba alterándose de un 5-4-1 en defensa a un 4-3-3 en ataque.

Con la llegada de Guido Rodríguez al conjunto de Heliópolis y la recuperación de William Carvalho, el Betis recupera de nuevo la posición de pivote defensivo, esa función que estaba recayendo en la figura de Bartra jornada tras jornada, motivo por el cual el técnico ha empezado a darle una nueva vuelta de tuerca al dibujo.

La más que posible salida de Sidnei completa la ecuación, pues con dos pivotes defensivos en plantilla, ya solo se necesitan cuatro centrales: Bartra, Mandi, Feddal y Édgar. La vuelta al 4-3-3 con un pivote defensivo que saldrá entre el fichaje del argentino y la recuperación del portugués es inminente.