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Actualizado el Martes, 21 de julio del 2020

Eterno Súper Dépor

El Deportivo recuperaba la posesión tras un despeje en largo de Mora que acabó en los pies de Naybet. El de Casablanca, sereno y sólido como de costumbre, abrió a la izquierda hacia Romero buscando iniciar una jugada. Éste, que vio a Djalminha en campo propio, optó por dársela y correr al desmarque, buscando la espalda de un Cristóbal que se encontraba más avanzado de lo habitual. Djalminha había leído perfectamente la intención de Romero y, de primeras, le devolvió el balón al de Jerez de la Frontera con un pase en largo y al hueco.

El envío del crack brasileño era perfecto y Romero controló en campo rival y pegado a la linea de cal. Pero apareció Pochettino, que hizo bien la cobertura a su compañero e impidió la progresión del lateral zurdo del Deportivo. Romero frenó en seco y miró hacia atrás, donde se encontraba Fran, para que fuese él quien continuase la jugada. El de Carreira se vio inmediatamente rodeado por dos hombres del Espanyol, por lo que tenía que buscar rápidamente una solución. Trató de progresar hacia adelante buscando de nuevo a Romero, pero se le hizo de noche. En ese intento y con un recorte magistral, quebró hacia adentro quitándose de encima a Toni Velamazán y Sergio, que habían ido a presionar. En frente, Fran se encontraba con varios metros despejados para encontrar a Mauro Silva que, con dos toques, abrio rápidamente a banda derecha, donde se encontraba Manuel Pablo.

El canario no quiso esperar a que el Espanyol basculara hacia su lado e inició una jugada trenzada que valdría un título. Tal y como hizo Romero segundos atrás en el lado izquierdo, Manuel Pablo tocó de primeras hacia Víctor, que había bajado a recibir, y corrió como un poseso hacia adelante, aprovechando que Roger había subido a tapar. El canterano de la fábrica repitió lo que había hecho su compañero Djalminha en la anterior jugada y le completó la pared a su compañero, que se encontraba ya en campo rival.

La jugada salió de nuevo perfecta, como bien reza la libreta de Jabo Irureta y su juego directo por bandas. Manuel Pablo tenía metros por delante para correr hasta encontrar la linea de fondo mientras Roger le perseguía, pero el lateral deportivista le había visto por el rabillo del ojo y bajó la velocidad. Justo cuando Roger estaba cerca de llegar a la altura de Manuel Pablo y a solo un metro de la linea de fondo, Manuel Pablo hizo un recorte en seco hacia adentro que dejó totalmente vencido al jugador perico. Inmediatamente y sin tiempo a que el Espanyol se replegara, optó por centrar raso con la izquierda, buscando un compañero dentro del área.

Y como no podía ser de otra forma, ahí estaba Roy Makaay, entre Soldevilla y Pochettino. Centrales de un nivel altísimo que nada pudieron hacer ante el espectacular desmarque del holandés, quedando ambos petrificados. De primeras con la diestra, por bajo y pegada al palo, el killer deportivista fusiló a Mora y anotó el 2-0 en un encuentro que no podía escaparse.

Songo'o lo celebró con la grada desde la otra portería, a la vez que Donato y Naybet chocaban las manos. Víctor se abrazó con Manuel Pablo y corrieron hacia Makaay para hacer piña. Posteriormente llegaron Jokanovic, Romero y Fran, mientras Djalminha sonreía desde lejos y levantaba los puños. Mauro Silva tiró de jerarquía y optó por pedir cabeza al equipo, pues todavía faltaban 55 minutos de partido. Irureta, por su parte, se abrazó con su cuerpo técnico a la vez que Riazor, lleno a rebosar, gritaba al cielo de A Coruña el gol que les convertiría en un modesto y legendario campeón de Liga.

Forza Depor. Volveréis.