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Actualizado el Jueves, 18 de octubre del 2018

El bisturí de FF. Episodio 1

Vuelve el Bisturí de FútbolFantasy. Una sección que bien podría tener una entrega semanal o mensual pero que, debido al poco tiempo libre que tiene el redactor en cuestión y para evitar que le caigan palos a menudo, solo aparece una vez cada tres o cuatro años. El objetivo es bien claro, resumir las primeras jornadas de Liga de los 20 equipos sin topicazos, sin tapujos, sin tabús y sin pelos en la lengua, cortando por lo sano y con la misión de dejar clara la situación de todos ellos a estas alturas del campeonato. Los sensibles y con capacidad nula para captar la ironía, eviten leer.

Alavés
En Mendizorroza viven en un sueño. Todo son fondos de flores, risas y voces dulces en las ruedas de prensa de Abelardo y pocos recuerdan ya aquel gañán que ponía fino a más de un periodista en Gijón cuando las cosas iban mal. El buen hacer del técnico asturiano, que parece otro desde que llegó a Vitoria, hace que la situación del conjunto babazorro sea mágica. Tanto, que ni ellos mismos se creen que vayan sextos a dos puntos del líder. Las lesiones están respetando a la plantilla y lo que empezó bien en forma de 4-4-2, ha continuado mejor en forma de 4-3-3, con la última victoria sobre el Real Madrid en el minuto noventayramos.

Jony ha perdido peso y no parece el mismo saco de cemento que fichó por el Málaga, sino que incluso ha superado a su mejor versión sportinguista. Wakaso sigue sin cumplir ciclo de amonestaciones tras ocho jornadas disputadas e Ibai todavía no se ha lesionado, dos datos dignos de análisis que demuestran que algo está cambiando en Mendizorroza. Si todo sigue como hasta ahora, el Alavés podrá soñar con algo más grande por encima de sus objetivos.

Athletic
Berizzo vuelve a demostrar que su filosofía de entender el fútbol, inspirada y fundamentada en el modelo teórico del "Ñuls karajo!!", necesita como mínimo seis meses para que sea entendible por la plantilla que dirige y otros seis más para que funcione. Le ocurrió en Sevilla y le está sucediendo en Bilbao, aunque parece que los vascos tendrán algo más de paciencia que los andaluces a la hora de tomar decisiones. La pretemporada sirvió para olvidar la legendaria y exitosa era Ziganda, para instaurar un 4-3-3 que se mantiene hasta la fecha y para ver como Unai López, fijo en todos los amistosos, no iba a oler ni un balón en partido oficial.

El equipo carbura a medias, muestra intentos de querer jugar bien, pero falla en la definición y comete errores de bulto defensivos que se reparten entre Yeray e Íñigo Martínez mientras Núñez cuenta margaritas. Arriba, Williams con 20 tiros, 4 a puerta y un solo gol, es serio candidato al premio escopeta de feria de oro de la temporada.

Además, en la plantilla sigue habiendo varios actores de relleno cuya participación en lo que resta del campeonato apunta a ser circunstancial. San José ya no sabe si es mediocentro, central o fontanero. Mikel Rico cuenta los días para quedar libre y las grandes leyendas rojiblancas del pasado lloran cada vez que pisa el césped Iturraspe.

Atlético
El "otro fútbol" presenta su candidadura al título por sexta temporada consecutiva. El unocerismo, el cuatrivote como local, los centrales como laterales y los patadones largos a Diego Costa siguen valiendo más que los 15 pases seguidos de los eqiupos de Setién. Aburre a muchos y gusta a otros tantos, pero nadie puede dudar de que es una forma de jugar totalmente válida cuando los recursos técnicos y económicos son muy limitados. Además, el club colchonero ha logrado ser el primer "equipo del pueblo" que se gasta más de 70 millones en un futbolista, algo que hasta la fecha parecía impensable.

Rodri está siendo la nota más positiva de este arranque de temporada pero todavía tiene que aprender mucho del método cholista, es por ello que recibe el castigo del banquillo cada vez que no da un patadón 'parriba' cuando toca. Por contra, el nivel de Koke no está a la altura de otros años y a Diego Costa le cuesta encontrarse con el gol, pero nada importa si el equipo marca un tanto más que el rival y se anima a la grada para centrar la atención de las cámaras de vez en cuando.

Barcelona
Los optimistas mirarán la clasificación y verán al Barcelona segundo a un punto del lider. Los realistas mirarán el juego del equipo y los resultados, con solo 4 victorias en ocho jornadas. Y es que ya nadie puede ocultar la decadencia del juego Barcelona en los últimos años, que empieza a verse reflejada en la competición doméstica.

Valverde tiene varios problemas y situaciones que solventar, empezando por mirarse a sí mismo. En unas ruedas de prensa llenas de topicazos y explicaciones planas y vacías, el técnico extremeño carece del sentido de la autocrítica. Sus planteamientos, rotacoines, alineaciones y sustituciones durante el transcurso de los partidos están muy en entredicho, pero no más que el estilo de juego resultadista, reservado y previsible que ha impuesto desde su llegada.

Cierto es que la directiva ya no puede salir de casa a fichar sin hacer el ridículo o volver con el rabo entre piernas. Cierto es que la Masía ha dejado de ser una fábrica de cracks mundialistas para convertirse en una mala recopilación de veinteañeros que van pescando por equipos de Segunda. Cierto es también que Piqué parece haber perdido su pasión por el fútbol y trata de buscar felicidad empresarial por otros lados, que Busquets entra en la crisis de los 30, que Dembelé ha resbalado en el primer regate y que Arturo Vidal y Semedo son versiones Hacendado de Paulinho y Aleix Vidal. Pero Messi...

Betis
Notable arranque del Betis en esta temporada, que no mejora demasiado a la temporada anterior en cuanto a puntos, pero sí en cuanto a sensaciones y expectativas. El tablero de ajedrez de Setién está perfectamente barnizado y brillante para poder reflejar su magnífica y bella imagen de su rostro en él, con todas las cualidades y virtudes que posee.

El Betis de Setién juega bien. Muy bien. No es tan efectivo como rematar un córner y ganar 1-0, pero juega muy bien. Solo ha anotado 5 goles en 8 partidos de Liga, pero juega muy bien. Es capaz de encadenar 17 pases seguidos en el Wanda, mantener el 70% de posesión y perder 1-0 sin rematar ni una vez entre los tres palos, pero juega muy bien.

El Betis de Setién juega muy bien y las rotaciones funcionan. Un día pueden jugar 11 y tres días después, en otra competición, jugar once completamente distintos, dejando por los suelos las previsiones de FútbolFantasy y los planes de miles de comunieros, futmonderos y similares. Pero no importa, porque el Betis juega muy bien.

Celta
Mohamed llegó a Vigo confiando en sus capacidades para dirigir a un club de la Liga española y no dudó en desvelar sus primeras alineaciones en ensayos y ruedas de prensa: "Vamos a jugar con los mismos once, lo tenemos claro", anunciaba a los cuatro vientos con su gorra y su rosario antes del partido ante el Atlético de Madrid. "Y además ganaremos el partido, uno a cero", le faltó añadir .

Pues la confianza le duró tres jornadas. Tras un arranque pletórico con victorias ante el Levante en el Ciutat y ante el Atlético en casa, el Celta encadena ahora mismo cinco jornadas sin conocer la victoria y al técnico argentino se le han quitado las ganas de decir quien va a jugar el próximo partido. Es más, se agarra el rosario cuando le preguntan qué sistema va a utilizar.

Quitándo los tres primeros partidos, Mohamed encadena un despropósito de cambios tácticos, de alineaciones y de estilos de juego dignos de una película de terror. La alternancia entre la defensa de cuatro y de cinco no funciona y ha encajado 10 goles en los últimos cinco partidos y las suplencias de Sisto son en ocasiones incomprensibles. Cada jornada se ha convertido en un volver a empezar para buscar el mejor once, empezando desde la defensa y acabando por el extremo izquierdo, todo ello mientras Emre Mor observa la situación desde su trono de diamantes.

Eibar
Si algo nos recuerdan desde Eibar semana tras semana después de cada partido de Liga es que a Mendilibar no le gusta el VAR. Es verdad que al técnico se le ve un poco tirando a conservador, en estilo de juego y personalidad. Quizás también es tradicionalista y algo rancio en sus ideas, pero lo de la prensa de Eibar es ya motivo de censura. Nos ha quedado claro que hay VAR, que a Mendilibar no le gusta el VAR, que el VAR a veces es injusto, pero... ¿es necesario ocupar todas las ruedas de prensa post-partido para hablar siempre del maldito VAR?.

Dejando de lado la prensa rosa y centrándonos en el aspecto puramente deportivo, poco podemos añadir del Eibar que no conozcamos ya de la temporada anterior. Pedro León está lesionado, Ramis y Orellana alternan lesiones con titularidades, sigue el 4-4-2 aunque a veces no vaya ni a favor del viento, Pedro León sigue lesionado (¿lo habíamos dicho?). Pero el equipo mantiene su estructura y parece que, aunque podría pasar apuros, conseguirá salir adelante como cada año desde que llegó a Primera gracias a la calidad de Jordan y a los goles de Enrich.

Espanyol
Si pudiéramos poner como ejemplo una situación en la que un entrenador deja en evidencia a otro, elegiríamos sinduda a Rubi sobre Quique Sánchez Flores.

En una plantilla que se mantiene al 95% respecto al año pasado, el cambio en todas las facetas del primer equipo del Espanyol ha sido abrumador. El 4-3-3 de Rubi ha dejado de lado el 4-4-2 de Quique para imponer una filosofía y un estilo de juego que ya quisieran muchos equipos de primera. La figura de Marc Roca, defenestrada por el entrenador madrileño, es ahora una de las sensaciones del campeonato. Hermoso, otro de los que la temporada pasada alternaba el césped con el banquillo, es uno de los mejores centrales de LaLiga y arriba, a pesar de haber perdido a Gerard, han sabido cubrir la posición medianamente bien con Borja Iglesias. Tan grande ha sido la mejoría de este Espanyol que hasta Didac, Granero y Javi López vuelven a parecer jugadores de Primera.

Getafe
Bordalás tiene tres misiones prioritarias este año en LaLiga: salvar a su equipo de categoría, demostrar que no está dirigiendo un equipo de carniceros y tramposos, a la vez que intenta corregir la habitual actitud pre-puberta de Iván Alejo.

Ya la temporada pasada, el conjunto azulón fue acusado en numerosas ocasiones de ser un equipo excesivamente duro, que perdía mucho tiempo cuando iba ganando, que simulaba lesiones y demás capítulos de antideportividad. A raíz de ello, entrenador, jugadores y directivos se han encargado en los últimos meses de desmentir estas acusaciones aportando datos estadísticos, tweets y explicaciones con el objetivo de limpiar esa imagen de equipo brusco que muchos le habían otorgado.

Todo parecía muy convincente en verano, pero lo que no sabemos es porque a día de hoy es el equipo que más faltas ha cometido en 8 jornadas (152), el segundo que más tarjetas amarillas ha visto (27) y el que más expulsiones ha sufrido (2). Maldito futbol.

Girona
Se fue Machín sin que nadie pudiera hacer nada y llegó Eusebio con la misión de mantener la continuidad de un trabajo muy bien hecho hasta la fecha. Con el objetivo de seguir engrasando un equipo que funcionaba a la perfección, que tenía un sistema ultrareconocible y poseía una idea de juego que potenciaba las cualidades de jugadores como Portu y Borja García. El Girona de Machín era una máquina perfecta para, como mínimo, mantener la categoría.

La misión que le fue concedida a Eusebio, de momento, salió fallida. A Eusebio le dieron la Perla Negra, la desmontó y construyó un bote salvavidas sin vela que se hunde cuando el oleaje se pone picarón, pero con un cañón a bordo llamado Stuani, que a día de hoy es pichichi de la Liga.

Su discurso para enmendar los destrozos y tapar sus limitados conocimientos de bricolaje se basa en la "alternancia del sistema dependiendo de la situación". Pero la realidad es que su bote salvavidas es una creación que cambia de sistema siempre después de una derrota, que pierde puntos por cambiar de dibujo en el descanso (Alcoraz). Una creación que nos ha hecho ver la peor versión de Portu, la peor versión de Pere Pons y la desparición de un central como Alcalá.

 

Continuará en el episodio 2...