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Actualizado el Lunes, 25 de septiembre del 2017

Lucas Hernández oposita para formar parte del once de gala

Lucas se ha instalado, después de dos temporadas en las que ha ido evolucionando y sumando apariciones progresivamente, consagrándose como uno de los referentes defensivos del Atlético de hoy.

En pretemporada, a priori, tenía el doble papel secundario de recambio en el lateral -rol que, paradójicamente, hubiese correspondido a su hermano- y agregado del elenco de centrales. Sin embargo, las sensaciones que dejó en verano y los números de la presente temporada atestiguan que su protagonismo se ha disparado en la plantilla rojiblanca y su nombre figura entre los predilectos de Simeone.

Comenzó la campaña supliendo a Filipe Luis, pegado al costado izquierdo de la cobertura, pero ahora se le considera uno de los  cualificados guardianes del muro madrileño. Accedió a las alineaciones por imponderables, como bajas de compañeros o necesidades colectivas, y se posicionó firmemente.

Savic es el único central colchonero que ha jugado más minutos que el francés en la Liga actual, siendo el incuestionable dato estadístico sólo uno de los motivos que le han convertido en objeto de deseo de Lopetegui. El seleccionador le contempla como alternativa de futuro y se ampara en la doble nacionalidad del zaguero, internacional indiscutible con Francia sub'21, para reclamarle.

El club del Metropolitano se percató antes del porvenir de su meritorio defensor y, en primavera, le renovó hasta 2022 con una cláusula de rescisión incrementada hasta los 55 millones de euros. Su valor de mercado, igualmente restaurado en junio, asciende a quince 'kilos'.

Quizá el núcleo de la retaguardia sea donde mejor rendimiento alcance, por sus características, inclinado hacia la siniestra. Da salida fluida de juego al perfilarse con su pierna óptima, inteligente al marcar zona, goza de anticipación, sale con seguridad al cruce, se despliega correctamente por alto a pesar de que no supera los 184 centímetros de estatura, fiable frente al regate rival, solvente en el aspecto físico, disciplinado tácticamente y de personalidad probada. Un futbolista de futuro, más que de presente que apunta a limpiar el honor de su apellido en el Atleti: el padre, quien ocupaba su misma demarcación [más alto y menos polivalente], ofreció hace casi veinte años un rendimiento irrelevante durante aquella época de sombras que engrosan la historia negra del emérito estadio Calderón y Theo, que se marchó tras formarse junto a su prójimo en la cantera del Manzanares, con el vecino en una acción de las que la afición no olvida y difícilmente perdona.

El sábado, contra el hasta entonces invicto Sevilla, el Cholo no vaciló y aplicó nuevas variantes de rotaciones en su método. Godín, (santo y seña de la entidad) se quedó fuera, formando la dupla defensiva Stefan Savic y Lucas Hernández. El resultado global, notable, y el desempeño de ambos defensas como tándem, plenamente efectivo.

El galo anduvo descarado y convincente, ajeno a la presión de jugar ante prácticamente setenta mil espectadores y a la opresión competitiva, se permitió salir de su posición en acometida hacia el área opuesta con la pelota controlada en un guiño valiente de decisión. Señal de fortaleza mental y desparpajo vital, el público se lo reconoció y ya nadie le recuerda por ser pariente de nadie sino porque ha irrumpido como futbolista de elite.

Actuó en su sitio, donde por cierto no lo suele hacer con las promesas de su país, de modo que mitigó sus carencias. Adherido al flanco no es el mismo, sus movimientos defensivos resultan sumamente coherentes mas cuando supera la línea de medios para complementar el despliegue ofensivo queda patente que adolece de talento atacante; llega por fuerza, no por desborde o profundidad. En el meollo de la línea de cuatro que disponen los rojiblancos, destaca; como carrilero solamente cumple.

Se le considera, como quinto jugador de campo atlético que más ha entrado en liza durante el presente campeonato liguero, integrante del once ideal de los suyos. Adelantó a Giménez y se postula como correligionario perfecto del Faraón uruguayo, en una sugestiva mezcla de generaciones y estilos compatibles, aunque ahora demuestra que en su haber cabe la compenetración con su igual como factor positivo de adaptabilidad.

Puntos y picas de Lucas Hernández en la temporada 17/18 hasta la jornada 6 incluida. Titular en cinco de las seis jornadas disputadas.

Pepe Muñoz