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Actualizado el Jueves, 23 de agosto del 2018

Los fantasmas del pasado amenazan al sistema

Comenzaba la temporada 18/19 en Eibar y la afición armera se preparaba para una victoria de los suyos en el estreno liguero. La pasada campaña el rival militaba en la liga 123 y todo indicaba que sería una plácida tarde de domingo a orillas del rio Ego. Nada más lejos de la realidad, el conjunto armero compareció aturdido, despistado y desorganizado en el primer periodo, y fue un quiero y no puedo en el segundo. Únicamente el empuje de Rubén Peña y Gonzalo Escalante en la segunda mitad hicieron soñar a los guipuzcoanos, pero los errores groseros del primer periodo pesaron demasiado y el Huesca se llevó, para sorpresa de muchos, la primera victoria de su historia en primera división (1-2). Mendilibar cosechaba la primera derrota en el debut ante su afición y su gesto torcido en rueda de prensa al finalizar el encuentro lo decía todo.

Fantasmas del pasado
Las sensaciones tras el choque no pudieron ser peores y en el ambiente ya sobrevolaba la mala racha del inicio de la temporada pasada. Para colmo, el Eibar ha perdido para un largo tiempo a Pedro León y Orellana empieza a tener sus priemeras molestias, dejando prácticamente a Mendilibar sin hombres de bandas.

Hace poco menos de un año, un cambio de sistema a tiempo después de una serie de resultados negativos, reactivó al equipo y evitó males mayores. En la fecha 7 y después de acumular ya 5 derrotas en liga y 4 derrotas consecutivas, incluyendo un partido amistoso ante el Leganés, el cuerpo técnico tomó la decisión de cambiar de sistema y colocar 3 centrales en el eje de la defensa. Lo primero y más urgente era cortar la hemorragia en la portería (15 goles encajados en los últimos 4 partidos). La jornada siguiente ante el Deportivo de la Coruña, lograron dejar la puerta a 0 y cosecharon un empate (0-0), que les sirvió como punto de partida y acabó con la dinámica negativa.

A partir de ahí todo cambió, aquel cambio de sistema zarandeó al grupo y “Mendi” consiguió lo que buscaba. El nuevo sistema se mantuvo durante solamente 4 jornadas en las que únicamente sumaron 2 puntos, pero los efectos positivos se estaban cocinando a fuego lento. Arbilla y Oliveira se asentaron como centrales únicos a partir de la jornada 12 rindiendo a gran nivel, logrando Anaitz incluso algún tanto de libre directo. El equipo ganó en solidez defensiva y los jugadores se empezaron a sentir más confiados y seguros en el verde. Las siguientes 14 jornadas a la derrota en San Sebastián, ya con defensa de 4 de nuevo, sufrieron únicamente 3 resultados negativos ante rivales “a priori” muy superiores como Atlético, Barça y Celta, y lograron sonadas victorias en su feudo también ante rivales como Betis, Espanyol y Valencia entre otros.

Preocupación tras la primera jornada
Después de la derrota en la primera fecha, al cuerpo técnico solo le queda mirar hacia delante y pensar en posibles soluciones, ya que el fútbol no da tregua y este viernes visitan el Colisuem Alfonso Pérez. Pensar en soluciones también significa analizar lo que ha fallado para no repetirlo. La falta de intensidad y la fragilidad defensiva manifestada en los primeros 45 minutos ante los oscenses fue como una epidemia que se extendió por todos los futbolistas, empezando por los defensas y acabando por los delanteros, y eso es algo que los armeros no se pueden permitir. El empuje y la garra, santo y seña en los guipuzcoanos, brillaron por su ausencia el pasado domingo.

La situación no es tan grave como el curso pasado, ni tampoco como para pensar en soluciones drásticas. Mendilibar tiene margen y crédito suficiente para seguir probando diferentes opciones hasta dar con la tecla que haga funcionar la máquina eibarresa, aunque debe anticiparse a los malos resultados y empezar a sumar puntos lo antes posible para que el ruido sea mínimo. La plantilla no dista mucho con la del curso pasado, lo que puede ser una ventaja a la hora de asimilar automatismos y conceptos en un grupo ya muy compacto de años anteriores.

Solución viable: Cambio al 4-3-3 con Escalante
Son varias las soluciones que “Mendi” medita para dar la vuelta a la situación. Una de ellas y la más probable de cara al duelo ante el Getafe, ya la puso en práctica en el tramo final del encuentro ante los oscenses dando entrada a Escalante por Bebé. El argentino actuó con Diop y Jordán en una línea de 3 en el medio para fortalecer la parcela ancha, crear superioridad y sorprender con llegadas de segunda línea. Gonzalo llevó a cabo a la perfección la tarea encomendada y no solo dio otro aire al equipo, sino que también anotó el único gol armero remachando a la red un balón lateral de Rubén Peña. En este supuesto 4-3-3, Diop, Jordán y el argentino formarían el triángulo en la medular siendo el senegalés el vértice más retrasado liberando algo más a Jordán y Gonzalo.

Las lesiones de Pedro León y Orellana obligarán todavía más al técnico a utilizar este esquema y, presumiblemente, serán Charles y Bebé (o Hervías) quienes ocupen las bandas de ataque.

Solución drástica: vuelta al 5-4-1 de la 17-18
Aunque parece difícil que lo vaya a poner en práctica ya en la jornada 2, otra de las opciones del técnico vizcaíno es recuperar la defensa con 3 centrales que tan buen resultado le dio el curso pasado. Bien es cierto que la situación no es tan delicada, pero ganaría el solidez y seguridad defensiva con una armadura fuerte en retaguardia.

En este segundo supuesto, las variantes y el baile de futbolistas serían aún mayores. Bigas sería quien complete la linea defensiva junto a Oliveira y Arbilla, a pesar del horrible rendimiento ofrecido por este último ante el Huesca, según las palabras del propio técnico en rueda de prensa posterior al encuentro. Con Ramis lesionado y con Gálvez más fuera que dentro, pocas opciones habría más, motivo por el cual este sistema quedaría aparcado para alguna emergencia del futuro.

Continuidad
La tercera y última opción consistiría en seguir apostando por la idea de juego y esquema actual, dando continuidad a lo que el plantel lleva trabajando durante toda la pretemporada. En este caso el baile de jugadores sería únicamente “pieza por pieza”. Arbilla podría dejar su sitio a Bigas si realmente Mendilibar lo señala. Hervías entraría por el lesionado Orellana y Escalante podría sentar a Jordan o Diop para ocupar el doble pivote. Arriba, Charles tendría todos los números para acompañar a Sergi Enrich.