Sannadi empieza a convencer, pero tiene mucha competencia y mucho que remar
El delantero hispano-marroquí Maroan Sannadi llegó al Athletic Club en el mercado invernal, tras pagar el club alrededor de 4 millones de euros al Alavés. Antes, había estado cedido en el Barakaldo. El pasado fin de semana fue titular en Cornellà en la que fue su primera aparición en el once inicial del Athletic, dando un paso más hacia su consolidación en el equipo. No obstante, todavía no tiene la jerarquía suficiente como para ser un fijo en las alineaciones, ya que la competencia y las rotaciones están a la orden del día.
Lo que sí es cierto es que Sannadi está convenciendo poco a poco a "Txingurri", lo que le permitió entrar de lleno en el once inicial. Su perfil era inexistente en la plantilla, por lo que su presencia aporta matices diferentes. Como ariete, posee cualidades destacadas: su altura, de 1,92 m, le otorga una gran envergadura y potencia. Tiene facilidad para jugar de espaldas a portería, aguantar el balón, contemporizar y asociarse con sus compañeros. Estas virtudes le ayudan a compensar ciertas limitaciones técnicas, ya que en el manejo de balón aún tiene margen de mejora. Además, es autosuficiente a la hora de generar ocasiones y domina el área y sus alrededores. Posee un gran disparo y un excelente remate de cabeza, lo que le permite ver puerta con facilidad y sumar una buena cantidad de goles. Estas cualidades fueron determinantes para que el Athletic decidiera acometer su fichaje.
Desde su llegada al conjunto bilbaíno, Sannadi ha disputado dos partidos de liga y en la última jornada disfrutó de su primera titularidad. Fue en la visita de su equipo al Espanyol, donde se mostró como un verdadero dolor de muelas para los centrales rivales. En la jornada anterior debutó en casa frente al Girona, dejando destellos de su potencia en los minutos que estuvo sobre el terreno de juego.
Hasta ese momento, Guruzeta ocupaba la posición de delantero centro e incluso Berenguer había desempeñado esa función en jornadas anteriores. Ambos siguen siendo opciones para la línea de ataque, lo que obliga a Sannadi a ganarse su sitio. Su irrupción provoca que entre en la rotación con ambos, ya que cada uno aporta un perfil distinto al equipo.
