Jueves, 28 de mayo del 2015 a las 00:00

El Granada intentará ampliar las cesiones de Rubén Pérez y Robert Ibáñez

Una base sólida y muchas incógnitas
El Granada deberá reformar su plantilla ante la salida de muchos de los cedidos, aunque pretende retener a varios | En la galería de fotos puedes ver la situación en la que se encuentra cada jugador



Empezando por la portería, donde Roberto acaba contrato y, si nadie lo remedia, se marchará con los guantes a otra parte. El de Chantada hace las maletas a la espera de que el club le ofrezca la renovación, pues su contrato expira el 30 de junio próximo.

En defensa, dos de sus zagueros causarán baja segura, así que es una zona a reforzar este verano. Cala ya se ha despedido y no con papeletas de regresar, ya que apenas ha jugado. Murillo se comprometió con el Inter de Milán y comenzará una nueva andadura en la liga italiana, eso sí, dejando en las arcas rojiblancas un buen botín. Los laterales derechos, Nyom y Foulquier, tienen contrato en vigor pero no se puede descartar que alguno de los dos salga. El izquierdo cuenta con dos exponentes jóvenes pero todavía algo inexpertos como Martins e Insúa.

En el centro del campo es donde mejor guardadas tiene las espaldas el club, ya que Fran Rico, Iturra y Javi Márquez tienen contrato en vigor y son futbolistas importantes en el vestuario. La intención es variar poco si se consigue mantener a Rubén Pérez, cedido hasta final de temporada por el Atlético de Madrid y que ha convencido a la dirección deportiva. Mismo caso que Robert Ibáñez, por el que se hará un nuevo esfuerzo para que siga de rojiblanco otro año. Más complicado es determinar el futuro de Lass, propiedad del Rayo Vallecano.

En la rampa de salida se sitúan futbolistas como Riki o El Arabi, aunque por diferentes motivos. El primero lleva dos años en Granada y nunca ha sido una pieza clave. Ya se le buscó una salida hace un año y el paso del tiempo no ha jugado en su favor, así que volverá a ser una opción para aligerar la plantilla. El franco marroquí ha acabado acaparando los flashes pero le ha costado en su campaña más complicada desde que llegó. Con Caparrós no era feliz y aseguró que quería marcharse. Con Abel disfrutó a ratos, pero tampoco acabó de despertar. Sandoval lo recuperó para la causa y sus goles han acabado siendo decisivos.

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