Jueves, 01 de octubre del 2015 a las 11:52

El 3-5-2 como solución de Luis Enrique ante las bajas por lesión

A un entrenador se le pide que tenga variantes en su dibujo táctico y ante el Sevilla se podría ver la primera revolución

Dicen los libros de estilo de la mayoría de entrenadores que son los jugadores los que finalmente hacen los sistemas y no viceversa, es decir, que al final la táctica se acaba adaptando al perfil de jugadores que cuentas en la plantilla. Solo los entrenadores más estrechos de mente y cuadriculados son incapaces de alterar su pizarra, intentado meter con calzador a los jugadores a cualquier precio.

Afortunadamente Luis Enrique ha demostrado que no es de estos últimos y que cuenta con una pizarra mutable con la única condición de no renunciar al juego ofensivo y al ataque que promulgan los fundamentos blaugrana desde el primer día.

Las bajas de Messi e Iniesta obligan al cuerpo técnico del Barcelona a realizar una seria reflexión para remover un poco el tan exitoso 4-3-3. Sin estos dos puntales en el dibujo táctico, este sistema podría tener más de una laguna, porque ninguno de los jugadores que tiene Luis Enrique en su plantilla se acercan ni de lejos a sus condiciones. Eso quiere decir que está estudiando un pequeño retoque para acondicionar mejor las virtudes de sus jugadores a un nuevo sistema que les favorezca más.

En principio, en los minutos últimos ante el Bayer –los de la remontada– Luis Enrique ya dio algunas pinceladas de por dónde podrían ir estos cambios, sobre todo porque al final acabaron dando sus frutos. Se pasó del 4-3-3 al 3-5-2, con dos laterales muy adelantados y tres centrales en la cobertura. Un sistema que sirvió para dar encaje a un Sergi Roberto que está en el mejor momento de su carrera. Con el regreso de Alves, el canterano ha vuelto al mediocampo, pero su despliegue de facultades es tan alto que puede dividirse en varias facetas, todas ellas igual de acertadas.

Este sistema implica directamente a que Alves y Alba jueguen prácticamente como extremos, poblando así el mediocampo con hasta cinco jugadores, que pueden llegar a seis si Piqué también se atreve a salir con el balón controlado. Esta superioridad en la medular da al equipo más facilidad para salir de la presión y ayudar a la fluidez del juego. En ataque los dos cracks, Neymar y Suárez, completarían el once. Este sistema podría dejar fuera del equipo a los dos delanteros de la cantera, Sandro y Munir, ya que la posición sacrificada sería en este caso la delantera.