La difícil tarea de Antonio Cordón con el peor límite salarial de Primera y Segunda

Antonio Cordón llega al Sevilla FC con la responsabilidad de reflotar un proyecto deportivo devastado, enmarcado en una de las situaciones económicas más delicadas del fútbol profesional español. El club cuenta con el límite salarial más bajo de toda la Primera y Segunda División: 684.000 euros. Esta cifra, que podría parecer surrealista para un club de la talla del Sevilla, no significa que no pueda gastar más que eso en salarios —de hecho, lo hace—, sino que refleja la diferencia entre lo que gasta y lo que debería gastar según los criterios de control económico establecidos por LaLiga.

Actualmente, el Sevilla FC destina 109 millones de euros a su plantilla, tras haber reducido esa cantidad desde los 186 millones que manejaba en temporadas anteriores, como se informó en la última junta de accionistas. Aun así, el club está lejos del equilibrio financiero que exige LaLiga para autorizar un gasto proporcional a los ingresos. Para alcanzar el ratio 1:1, le faltarían más de 108 millones de euros. Este baremo se calcula a partir de la diferencia entre los ingresos previstos y los gastos no deportivos, teniendo en cuenta también la deuda acumulada y las pérdidas del ejercicio anterior, por lo que el Sevilla está obligado a vender y terminar en positivo cada año si no quiere ver peligrar más su futuro.

Con este escenario, la tarea de Cordón es monumental. Más allá de acertar con los fichajes, debe aligerar masa salarial, generar ingresos por traspasos, prescindir de contratos tóxicos y reconstruir una plantilla competitiva con recursos mínimos. El margen de error es inexistente. Su experiencia en proyectos ajustados será clave, pero necesitará también respaldo institucional y una gestión precisa para revertir una situación que amenaza la estabilidad deportiva del club. Le espera una misión de alta complejidad, con el Sevilla en la cuerda floja y la necesidad urgente de reconstruir desde los cimientos.