Crónica del amistoso: Everton 2-2 Sevilla

Everton: Pickford; Holgate, Keane, Jagielka, Baines; Davies, Schneiderlin; Calvert-Lewin, Klaassen, Wayne Rooney; y Sandro.
También jugaron Barry, Mirallas, Williams, Gueye, Martina, Kenny, Besic y Lookman.

Sevilla: Soria; Mercado, Pareja (Kjaer 80'), Lenglet, Escudero; Pizarro (Krohn-Dehli 46'), Nzonzi; Montoya (Nolito 46'), Banega (Ganso 65'), Correa (Navas 68'); y Ben Yedder (Muriel 46').

Goles: Sandro 1', Banega 58', Banega (p) 61', Mirallas (p) 80'.

Tras el feo tropiezo del sábado en Southampton, Berizzo introdujo algunas novedades en su once de salida. David Soria ocupó la portería, mientras que Ben Yedder actuó en Goodison Park como el hombre más adelantado del equipo en detrimento del colombiano Luis Muriel. Pero el aspecto más llamativo fue sin duda el de ver de inicio a Pizarro y Nzonzi juntos, formando pareja en el doble pivote.

El choque arrancó con un jarro de agua fría directo para el Sevilla FC. A los 33 segundos, despiste colectivo de toda la defensa nervionense y gol del canario Sandro Ramírez. Davies filtró desde la medular un preciso pase en profundidad al ex del Málaga y éste salvó con habilidad la salida de David Soria para poner el 1-0 en el marcador.

La zaga comenzó dormida y el Sevilla se llevó la primera en la frente. Un golpe que dejó grogui a los de Nervión durante varios minutos. Banega decidió bajar a ayudar a Pizarro y Nzonzi en la elaboración de la jugada, intentando aportar chispa. A los 10 minutos comenzó a espabilar el equipo de Berizzo y fue Nzonzi, a pase de Banega, el que precisamente probó suerte con un disparo alto desde la frontal.

Correa también se enchufó por la izquierda. Eléctrico el argentino siempre y con mucho desborde, volviendo loco al lateral local Holgate y a todo el que pasaba por su zona.

Con el Sevilla ya con otra cara, en el 25 llegó la primera gran ocasión. El lateral Baines tuvo que sacar bajo palos el remate raso de Ben Yedder tras una gran jugada de Correa sorteando contrarios desde la banda izquierda. Y a la media hora, otra. El propio Ben Yedder se plantó solo ante Pickford, mano a mano, pero el meta inglés le aguantó perfectamente para resolver la acción con un paradón y desviar a córner.

Un disparo lejano de Montoya que el activo portero inglés detuvo sin problemas fue otra de las opciones de los nervionenses en ataque. En cualquier caso, la banda derecha, con Montoya y Mercado, fue bastante mejorable en cuanto a prestaciones.

No estuvieron a la altura en Goodison Park. De hecho, las acciones principales del Sevilla se cargaban en el ala opuesta, con Correa y Escudero.

En la reanudación Berizzo movió el banquillo con un triple cambio. Retiró del campo a Pizarro, Ben Yedder y Montoya, y dio entrada a Muriel, Nolito y Krohn-Dehli. Con el danés el centro del campo ganó en dinamismo y claridad.

El Sevilla empezó a rondar el área de Pickford cada vez con más peligro, guiado por un Muriel que saltó al césped con muchas ganas. El colombiano pudo marcar pronto. En un giro a la media vuelta le pegó picado dentro del área y, desde el suelo.

En el 57, internada de quilates de Correa, esta vez por la derecha, para asistir a Banega, que, con suma calidad, definió con un disparo raso ajustado a la base del poste. Imposible para el omnipresente Pickford. Tablas en el marcador.

Otro de los que había ingresado tras el descanso, Nolito, caracoleó sobre la cal del área y fue derribado por Barry. En esta ocasión, el colegiado inglés sí lo vio claro y señaló la correspondiente pena máxima. Banega agarró el balón y ejecutó desde los once metros engañando a Pickford. 1-2 para el Sevilla.

A partir de ese momento el partido fue bajando de ritmo progresivamente, con un Sevilla que manejó la pelota sin apenas agobios, madurando más las acciones de ataque. Pero a diez del final, llegó el regalo del Sevilla a los anfitriones. El segundo de la tarde. Pareja cometió un pueril penalti sobre Mirallas. Inexplicablemente le echó el cuerpo encima al delantero y éste se fue al suelo. El propio Mirallas se encargó de transformar el lanzamiento, pese a que Soria adivinó la dirección de la pelota.

ONCE INICIAL