Sábado, 18 de julio del 2015 a las 13:35

Bruma destaca en los entrenamientos por su potencia y velocidad

El portugués va mostrando detalles de su calidad en los entrenamientos

El periodo de aclimatación de Bruma marcha por buen camino. El extremo portugués comenzó a entrenarse en Zubieta el miércoles tras su presentación y 48 horas después ya se puede intuir la calidad que atesora el nuevo fichaje de la Real en sus botas. A pesar de seguir trabajando principalmente en la puesta a punto física junto a Finnbogason y bajo la atenta supervisión de Billows, en los ejercicios grupales Bruma ha dejado ver el fútbol que atesora y ansía ofrecer esta temporada a la afición txuri urdin, que espera como agua de mayo que Moyes haya acertado con su incorporación. Los ojos del técnico escocés llevaban tiempo puestos sobre el jugador y ahora por fin ha conseguido tenerlo a sus órdenes.

A pesar de su menudez Bruma tiene potencia, la suficiente para poder aguantar el envite de los compañeros de mayor físico y para golpear con contundencia con su pierna derecha. Aunque su mayor virtud sea la de asistir -las estadísticas lo avalan- no es ajeno a los goles y en los primeros partidillos ya ha firmado sus primeras dianas como txuri urdin. Su predilección son los disparos buscando el palo largo del portero y tiene costumbre por darle efecto a los tiros, algo que ya quedó patente en varias ocasiones, tanto en el entrenamiento matutino del jueves, en el que fue de los pocos en coger contacto con el balón, como por la tarde con el equipo ya al completo.

Otra de sus mejores cualidades es su movimiento con balón. Dado que sus mayores virtudes son la velocidad y el desborde, las conducciones vertiginosas no se le dan nada mal. Acompaña esas posesiones con rápidos giros que descolocan a su par y en la mayoría de ocasiones sale victorioso.

Lo que se está comprobando es que su repertorio se ajusta a ese perfil de futbolista que llevan persiguiendo tanto la dirección deportiva como el cuerpo técnico desde hace meses: el de alguien que sea capaz de sumarse al ataque volcándose hacia el área rival en diagonal, romper los esquemas defensivos del adversario y descubrir huecos y oportunidades para sus compañeros más adelantados. Los delanteros podrían beneficiarse de esta manera de las rupturas por cualquiera de las bandas.